Lo que el pueblo no murmuraba sino lo decía a voz en cuello lo confirma ahora el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis): en el gobierno de Cuitláhuac no hubo honestidad y sus obras son una ofensa para el pueblo.
Por eso López Obrador, siendo presidente, lastimó una y otra vez a los veracruzanos diciendo que teníamos al gobernador más honesto de la historia y por eso la presidenta Sheinbaum vuelve a lastimar a los jarochos cada vez que lo defiende.
Su gobierno, si así puede llamársele, fue represor, indolente, frívolo y deshonesto, por eso el juicio de que es el peor gobernador que ha tenido Veracruz, pues dejó atrás a otros muy malos.
Por sus frutos los conoceréis, anota el apóstol Mateo que dijo Jesucristo. Y con relación al gobierno pasado puede afirmarse que por sus obras los conoceréis.
Aquí en Xalapa hay dos obras medianas que exhiben a ese gobierno: los puentes de Lázaro Cárdenas y el de Las Trancas, uno peor que el otro. El segundo es una gran muestra de lo que es hacer una obra vial encargándosela a alguien que no tiene los conocimientos técnicos pero que cobra muy bien. Todos los automovilistas que a diario pasan por ahí, sobre todo cuando van hacia los fraccionamientos de Emiliano Zapata, saben del des... orden que dejaron para la posteridad.


Así que, si no pudieron con dos puentecitos urbanos, pues ya se imaginaban los veracruzanos lo que harían con las obras grandes ¡y así fue!
Ahora no solo sabemos -por el informe sobre la revisión a la Cuenta Pública 2024 que realizó el Orfis- que en tres obras emblemáticas del gobierno de Cuitláhuac hay un posible daño patrimonial por alrededor de 330 millones de pesos, sino que son un monumento a lo que no debe hacerse con el dinero público.
En el estadio Pirata Fuente y en el Aquarium de Veracruz hicieron porquerías. Reportaron trabajos no realizados, compraron equipo a precios elevados, hay precios inflados y terminaciones deficientes y de mala calidad.
Y en el llamado Nido del Halcón, en Xalapa, van para el año de retraso y casi 200 millones de sobrecosto y a ver cómo queda cuando por fin lo entreguen.
A esto debe agregarse que 41 entes del gobierno estatal (para ser claros: funcionarios del gobierno pasado) deben aclarar el destino de 2 mil 372 millones de pesos del presupuesto ejercido el año pasado.
Desgraciadamente está visto que si priistas y panistas fueron buenos para taparse, los de Morena son mejores y los dejan lejos en eso del encubrimiento.

El Orfis ya cumplió, seguramente después presentará algunas denuncias...y el tiempo hará el resto para que estos escándalos caigan en el olvido.
Eso sí, el descrédito quedará de por vida, por más que López Obrador nos haya dicho que teníamos al mejor gobernador y Sheinbaum diga algo parecido.
Cuitláhuac es ya un gran espejo en el que debe verse la gobernadora Rocío Nahle. ¿Quiere verse gigante y muy diferente a su antecesor o quiere verse igual?