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Columnas y artículos de opinión
Diario de un reportero
Sequía aquí y allá...
Miguel Molina
24 de febrero de 2012
alcalorpolitico.com
Uno oye los nombres y evoca los lugares como quien va en un tren y ve el paisaje, mira pasar ciudades y poblados y pobladores, y piensa en la sequía.

Desde hace dos semanas todos sabemos que va a faltar agua en Lincolnshire, Cambridgeshire, partes de Bedfordshire y Northamptonshire y Norfolk, pero también en Hampshire, West Sussex, East Sussex, Kent, Surrey, Berkshire, Hertfordshire, Buckinghamshire, Oxfordshire y Gloucestershire, y Shropshire y Nottinghamshire. Y Londres.

No es para menos. Los últimos cinco meses han sido los más secos en la historia de esta isla: los embalses están vacíos o muy por debajo de sus niveles normales y muchos manantiales y pozos se han secado. El río East Glen de Lincolnshire, tributario del río Welland, donde el rey Arturo enfrentó a los invasores sajones entre los siglos XV y XVI, ya no tiene agua. Otros ríos tampoco.


Pero hay un plan para Inglaterra y Gales (porque Escocia ha sufrido tormentas e inundaciones). Cuando lee las setenta y dos páginas del plan, (http://publications.environment-agency.gov.uk/PDF/GEHO0112BWAY-E-E.pdf), uno se entera qué va a hacer quién y para qué.

Entre otras cosas, hay un capítulo dedicado a la forma en que se ofrece información a los medios -es decir a la sociedad - para evitar confusiones y para fomentar el uso racional del agua en tiempo de crisis, y para establecer con claridad con quienes se debe mantener contacto permanente (como instituciones de gobierno, asociaciones de ganaderos y agricultores, grupos ecologistas, consumidores, empresas que necesitan agua para funcionar, entre otros).

Es un documento impresionante porque , aunque no toma en cuenta que durante los meses más secos - julio y agosto - Londres espera recibir más de un millón de habitantes. Pero eso es de este lado del mar.


Y después uno lee que del otro lado del mar, en México, también habrá sequía como el año pasado, y recuerda las historias de personas que mataban a las reses antes de que los animales se murieran de sed y de hambre, y evoca las imágenes de potreros sembrados de cadáveres, y sabe que hay que hacer algo y pronto.

Desde el año pasado se sabía que La Niña traería un invierno frío y seco, y se anticipaba que se repitiera una sequía como la de 2011 (que afectó a cuarenta por ciento del territorio nacional y fue la más intensa de los últimos setenta años). Pero no hay plan alguno.

Hay cosas aisladas. Uno se entera de que hay un plan nacional de emergencia, y lo busca en internet y encuentra ideas, ocurrencias, buenas intenciones, pero todo parece deshilvanado, pensado para reaccionar pero sin espacio para acciones que permitan al gobierno, a los productores y a la sociedad estar preparados para lo que viene, que es mucho.


Por lo pronto, la visión oficial es que la sequía que viene a Veracruz va a afectar a ganaderos (se calcula que podrían morir hasta cuarenta mil reses) y agricultores (se calcula que la producción puede caer hasta veinte por ciento debido a la sustitución de cultivos de caña y maíz por arroz, que necesita grandes cantidades de agua).

Y hay treinta y tres municipios que pronto se van a quedar sin agua, pero sobre todo los del Totonacapan: Chicontepec, Coxquihui, Espinal y Papantla, donde viven muchos de los veracruzanos más pobres.

La presidencia (o como les gusta decir: el gobierno del presidente Felipe Calderón) anunció que destinará sesenta y ocho millones de pesos para pagar a trece mil jornaleros afectados antes de mayo, y sobre todo, antes de las elecciones.


A fin de cuentas, la actitud general del gobierno sugiere que todo se resuelve con dinero. Pero uno sabe que está el Fondo Nacional para Desastres Naturales, y recuerda que hay partes de Veracruz que siguen esperando la ayuda que les prometieron para reponerse de las inundaciones de otros años...

Entonces uno piensa que Veracruz debe tener un plan para hacer frente a fenómenos como la sequía o las inundaciones, una estrategia que vaya más allá de reuniones oficiales e involucre a organizaciones no gubernamentales y grupos sociales. Pero no lo encuentra.

Y uno va a terminar por oír los nombres de lugares como Coxquihui, El Jobo, Sabanas de Xalostoc, Comalteco, Entabladero, El Chote, Paso del Correo, Remolino, Achupil, Ahuateno, Ahuateno Chico, Ahuatlán, Ahuica, y Alahualtitla.


Y pensará cómo son los días sin agua en Alaxtitla Huixnopala, Alaxtitla Ixcacuatitla, Alaxtitla Morenotlán, Alaxtitla Postectitla, Alaxtitla Tepetzintla, Atlajteno, Ayacaxtle, Ayoco, Barrio Tepenahuac, Chihuixcruz, Colonia Legión de María, El Porvenir, La Fábrica.