Pepe Yunes tendría todo para ganar, pero desastre de Duarte sepultó sus aspiraciones

El Partido Revolucionario institucional (PRI) está sepultado, concluyó el investigador José González Sierra, quien de manera contundente afirmó que “el desastre que dejó Javier Duarte sepultó al candidato a la gubernatura José Yunes Zorrilla”.

En el Instituto de investigaciones Histórico Sociales (II-HS) de la Universidad Veracruzana (UV) aseguró que definitivamente este no era el tiempo de Pepe Yunes.

Y es que señaló que a pesar de gozar con un alto capital político, ser disciplinado, muy relacionado con alianzas, amarres y relaciones, bajando millones de recursos en su paso por la Senaduría, “le tocó un tiempo y escenario imposibles”.



Tomando en cuenta esas virtudes, parecería que tendría una trayectoria definida para triunfar, pero el desastre de Duarte le mató sus aspiraciones, anotó.

Durante su intervención en la conferencia “Una mirada crítica a las Elecciones del 2018”, el investigador manifestó que el PRI está en una situación de desesperación, no obstante, manifestó que hay que esperar a ver cómo se comporta el llamado “voto duro”, si es que todavía existe, es decir el voto atrasado, rural, serrano, es decir la “cargada” que les daba los triunfos electorales.

González Sierra afirmó que en esta desesperada lucha por no descender a un estatus cuasi testimonial, el panorama está verdaderamente complicado.



“A mi parecer no le queda más que negociar con los Yunes (azules) casuísticamente, distrito por distrito, qué alianza van a establecer operativamente fuera de las siglas partidarias que están abanderando cada uno, es imprescindible para garantizar el triunfo de Yunes Márquez, el tener una negociación de los distritos con el PRI, para detener una amenazante ola lopezobradorista”, dijo.

El PRI además siempre habría estado acostumbrado a la compra, al recurso monetario para sacar adelante las elecciones, recordando que Duarte tuvo legislaturas completas comprando a diputados de su partido y a los contrarios.

“Las dudas que quedan es que si el PRI va a aguantar esta derrota, y la falta de dinero, si los amarres y si los recursos que ha bajado le alcanzarán, si se le van a desbaratar estos amarres que ha establecido, que se resolverá hasta el primero de julio o si habrá una desbandada del voto duro”, anotó.



Otro escenario es si se va dar, como en elecciones pasadas, una estructura operando en contra de su mismo partido, pero el problema que para operar un cambio de bandos es muy difícil porque no es sólo una boleta, sino que va a tener cinco boletas las que tendrá el ciudadano en esta elección concurrente.