Personal de funerarias del Valle de Orizaba, expuestos a contagios por COVID

Expuestos al manejar cadáveres contaminados por COVID-19, aproximadamente 60 personas al servicio de 12 empresas funerarias arriesgan a diario su vida y la de sus familias.

Este inicio de semana, Juan del Ángel, propietario de "Funerales del Ángel", perdió la batalla presuntamente contra el COVID-19, que habría adquirido al prestar servicios fúnebres en el hospital Regional de Río Blanco.

En mayo, trabajadores de estos establecimientos exigieron a las autoridades de salud del Estado capacitación para el manejo de cuerpos contaminados por el virus.



Sin embargo, aseguran que, a la fecha, ninguna instancia estatal o federal les ha brindado la asesoría y por sus propios medios invierten en recursos materiales para protegerse.

La incineración, método avalado para la disposición final de los restos, es sólo una parte de la sanidad que se requiere pero el arreglo del cadáver, su manejo y presentación a los deudos no está del todo claro.

De marzo a la fecha, se sabe del contagio por COVID-19 de tres personas que laboraron en funerarias de la región del Valle de Orizaba, dos de ellas fallecieron y la tercera se recuperó, por lo cual señalan que viven el mismo riesgo de contagio que médicos y enfermeras.



Por todo ello, retomaron el llamado a las instancias de salud en el Estado a capacitar al personal y referir el equipo técnico especializado para el manejo de cadáveres, pues a la fecha actúan bajo sus propios criterios e inversiones.