22 de enero de 2025
alcalorpolitico.com
No creo que los alcaldes de Morena que han venido trabajando para heredar el cargo a familiares -ahora que ya está claro que no podrán hacerlo- vayan a desistir en su intento.
¿Darán por muertas, así de fácil, esas aspiraciones que rayan en el nepotismo, solo porque ven mal esa práctica la presidenta Sheinbaum y la gobernadora Nahle?
La pelea por las alcaldías -ya lo hemos dicho, pero es oportuno remarcarlo- es lo que más desata pasiones en la política mexicana.
Acaba con amistades de años, separa a hermanos, termina con compadrazgos, incendia pueblos y hasta une a los enemigos.
Agréguele que en torno a las alcaldías se mueven muchos intereses, desde los económicos hasta los sentimentales, no solo los políticos.
Y ahora, de unos años a la fecha, ante los intereses mencionados y la necesidad de protegerse las espaldas, lo más fácil para muchos ha sido maniobrar para postular a los hijos, a las esposas a los hermanos, a primos, cuñados o a las novias.
Lo hacen los del PRI y del PAN, en su momento los del PRD, todos, y los de Morena lo copiaron rápido.
Esta vez ya se aprestaban a dejar heredadas un buen número de alcaldías veracruzanas, pero se les atravesó el rechazo de la Presidenta a estas "herencias" y el hecho de que la Gobernadora piensa igual.
Para que no le quedara duda a ninguno de Morena que esto va en serio, el delegado de la Secretaría de Bienestar fue el primer sacrificado -su padre es el actual alcalde de Hueyapan y todo iba encaminado a que su hermano sería el siguiente edil- y tuvo que declarar que él no está de acuerdo en que su consanguíneo busque la presidencia municipal.
El mensaje, insistimos, fue claro, ¿pero bastará para calmar a todos los que desean heredar?
No lo creo, lo más probable es que le busquen dar la vuelta a la orden.
Ya le invirtieron un buen dinero al proyecto, ya les gustó el poder y desean protegerse. ¿Qué harán entonces?
Pues la primera alternativa es buscar la postulación por los partidos aliados, el PT o el Verde. Ya el dirigente estatal petista, Vicente Aguilar, dijo que su organización sí abrirá las puertas a los familiares de funcionarios que deseen ser postulados. Y señaló algo más:
Sería un error no hacerlo, porque entonces, al rechazarlos, se los puede quitar la oposición.
La cuestión es si los alcaldes recibirán el "permiso" para que sus parientes sean postulados por el PT o el Verde.
¿Qué harán si también les cierran esas puertas?
Protestarán, presionarán, se enojarán y habrá quienes, en lo público, finalmente coman sapos sin hacer gestos, pero por abajo del agua harán todo lo posible para que pierda el candidato de su partido, haciendo alianza con quien más le convenga.
Así es esto de la política. Por eso, cuando el PRI estaba en la cima y controlaba todo, como ahora Morena, también había candidatos priistas que perdían.
En la guerra por las alcaldías todo puede pasar.
¿Darán por muertas, así de fácil, esas aspiraciones que rayan en el nepotismo, solo porque ven mal esa práctica la presidenta Sheinbaum y la gobernadora Nahle?
La pelea por las alcaldías -ya lo hemos dicho, pero es oportuno remarcarlo- es lo que más desata pasiones en la política mexicana.
Acaba con amistades de años, separa a hermanos, termina con compadrazgos, incendia pueblos y hasta une a los enemigos.
Agréguele que en torno a las alcaldías se mueven muchos intereses, desde los económicos hasta los sentimentales, no solo los políticos.
Y ahora, de unos años a la fecha, ante los intereses mencionados y la necesidad de protegerse las espaldas, lo más fácil para muchos ha sido maniobrar para postular a los hijos, a las esposas a los hermanos, a primos, cuñados o a las novias.
Lo hacen los del PRI y del PAN, en su momento los del PRD, todos, y los de Morena lo copiaron rápido.
Esta vez ya se aprestaban a dejar heredadas un buen número de alcaldías veracruzanas, pero se les atravesó el rechazo de la Presidenta a estas "herencias" y el hecho de que la Gobernadora piensa igual.
Para que no le quedara duda a ninguno de Morena que esto va en serio, el delegado de la Secretaría de Bienestar fue el primer sacrificado -su padre es el actual alcalde de Hueyapan y todo iba encaminado a que su hermano sería el siguiente edil- y tuvo que declarar que él no está de acuerdo en que su consanguíneo busque la presidencia municipal.
El mensaje, insistimos, fue claro, ¿pero bastará para calmar a todos los que desean heredar?
No lo creo, lo más probable es que le busquen dar la vuelta a la orden.
Ya le invirtieron un buen dinero al proyecto, ya les gustó el poder y desean protegerse. ¿Qué harán entonces?
Pues la primera alternativa es buscar la postulación por los partidos aliados, el PT o el Verde. Ya el dirigente estatal petista, Vicente Aguilar, dijo que su organización sí abrirá las puertas a los familiares de funcionarios que deseen ser postulados. Y señaló algo más:
Sería un error no hacerlo, porque entonces, al rechazarlos, se los puede quitar la oposición.
La cuestión es si los alcaldes recibirán el "permiso" para que sus parientes sean postulados por el PT o el Verde.
¿Qué harán si también les cierran esas puertas?
Protestarán, presionarán, se enojarán y habrá quienes, en lo público, finalmente coman sapos sin hacer gestos, pero por abajo del agua harán todo lo posible para que pierda el candidato de su partido, haciendo alianza con quien más le convenga.
Así es esto de la política. Por eso, cuando el PRI estaba en la cima y controlaba todo, como ahora Morena, también había candidatos priistas que perdían.
En la guerra por las alcaldías todo puede pasar.