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Columnas y artículos de opinión
Ajedrez Internacional
Ucrania y la Unión Europea: entre las espadas y las paredes
Raúl Sánchez
7 de marzo de 2014
alcalorpolitico.com
Hoy Ucrania se encuentra en el ojo del huracán. Ucrania, de encontrarse al borde de una guerra civil, se encuentra al borde de una guerra contra Rusia y de un movimiento separatista. A 10 años de la revolución naranja, Ucrania vuelve a localizarse en el centro de la agenda internacional para muchos países y organizaciones internacionales
 
Tradicionalmente, Kiev siempre se ha encontrado dentro de la órbita rusa. Que esto no le sorprende a nadie. Desde la consolidación del zarato de Moscú Kiev ha permanecido subyugada al imperio ruso, a veces, de manera intermitente.
 
El 21 de noviembre de 2013 el gobierno ucraniano decidió suspender un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE), inmediatamente no se hicieron esperar las protestas por aquellos quienes querían ver a Ucrania más cerca a Occidente.
 

A pesar de todos los problemas económicos e institucionales que está atravesando en este momento por la Unión Europea, ésta aún funge como una enérgica fuente de atracción hacia otros países: libre mercado, libertades políticas, derechos humanos, Estado de bienestar. Estos son algunos de los poderes que aún posee Unión dentro de sus arsenales, soft power en su estado puro. Esto fue lo que sedujo a los manifestantes en Kiev, esto fue lo que estaba arrebatándoles Yanukovich.
 
Durante el curso de las protestas, la Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común (ARPESC) de la UE –equivalente aproximado a un ministro de relaciones exteriores-, Catherine Ashton, realizó un discursó en el cual condenó el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía contra los manifestantes. El entonces presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, espetó ante el llamado de la ARPESC.
 
 Para el 10 de diciembre, Ashton viajó a Kiev para reunirse con el presidente Yanukovich así como con representantes de la oposición y la sociedad civil. Ofreció un paquete de ayuda económica ante la incertidumbre que impera en el país. El Consejo de Ministros de la UE –correspondiente a una cámara alta de un sistema federalista- refrendó su compromiso con el gobierno ucraniano para suscribir el Acuerdo de Asociación.
 

Diciembre y enero fue aún peor, los manifestantes se atrincheraron en la plaza de Maydán (Independencia) y las represiones por parte de la fuerza pública fueron equivalentes a la resistencia de la oposición quienes más tarde fueron catalogados como terroristas.
 
La UE se ofreció como mediador en este conflicto, por ello es que la ARPESC solicitó la ayuda de los ministros de relaciones exteriores de Alemania y Francia -países con mayor peso político y económico en el seno de la UE- así como el homólogo correspondiente a Polonia –por jugar un papel político y geoestratégico preponderante en el conflicto-. Con la mediación de estos tres ministros se pudo concertar unas elecciones presidenciales anticipadas, la conformación de un gobierno de unidad nacional así como el restablecimiento de la Constitución de 2004. Como parte del trato, Yulia Timoshenko, ex primer ministra de Ucrania, fue liberada el 21 de febrero de 2014.
 
La alianza trasatlántica no se hizo esperar, el Consejo de Ministros así como los Estados Unidos y Canadá anunciaron una serie de sanciones económicas así como sanciones a funcionarios ucranianos acusados por ser los autores intelectuales de la fuerte represión en contra de los manifestantes. El 23 de febrero, el Parlamento de Ucrania removió de su cargo a Viktor Yanukovich. Quien detentó el poder no fue sino un aliado de la ex primer ministra, Oleksandr Turchynov. En sus primeras apariciones el gobierno interino dejó en claro que reabriría sus negociaciones con Rusia.
 

Mediante una resolución del Parlamento Europeo se aprobó un paquete de ayuda económica el cual con toda seguridad se deriva de la disminución o ausencia de ayuda económica por parte de Rusia.
 
El presidente Yanukovich se refugió en Rusia con el objetivo de evitar un enjuiciamiento político. Inmediatamente Rusia movilizó a su ejército e intervino con elementos militares en la península de Crimea –base de flota rusa en el Mar Negro-. El argumento de Rusia: proteger a la población de origen rusa que se encuentra en Ucrania. Lo cierto es que sólo en el sur y en el este de Ucrania la población de habla rusa oscila entre el 25 y el 75%, dependiendo de la región. Asimismo es muy importante mencionar que no todos los ucranianos de origen ruso son afines al gobierno de Rusia y no todos los ucranianos del oeste son afines a la ideología de Occidente.
 
Al cerrar esta edición el Consejo de Ministros de la UE volvió a reunirse en Bruselas en la cual refrendó la condena por la violación de la integridad territorial en Crimea. Por otro lado los congresistas en Estados Unidos subieron el tono y apoyan más sanciones contra Rusia. Finalmente el parlamento de la República Autónoma de Crimea celebró un referéndum en cual establecen su anexión a la Federación Rusa.
 

Nadie debe olvidar los cientos de kilómetros de oleoductos y gasoductos que atraviesan Ucrania y la importancia geoestratégica que estos tienen tanto para Rusia –quien desea seguir manteniendo el control- como para la UE que depende totalmente de los energéticos rusos.
 
De acuerdo a lo que se avizora, el gobierno de Rusia tratará de negociar desde una posición más dura y crítica con la UE. Por otro lado, la UE teme que la invasión por parte de Rusia no se detenga en Crimea con el fin de consolidar su poder en el este de Europa.
 
Mientras tanto… la Cancillería mexicana ha hecho público un comunicado en el que establece su preocupación por Ucrania y por la República Autónoma de Crimea. Asimismo apoya los medios multilaterales y la concertación de todos los actores para la resolución de este conflicto.
 

Días difíciles vienen, días espinosos se asoman, días arduos que orquestan una complicada trama con final incierto.