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Columnas y artículos de opinión
Diario de un reportero
Una nómina muy grande
Miguel Molina
9 de junio de 2023
alcalorpolitico.com
A ver. Hubo elecciones en el Estado de México (también en Coahuila, pero estas no vienen al caso por ahora), y ganó Delfina Gómez, candidata del Movimiento Regeneración Nacional, Morena. Será gobernadora, con el voto de quién sabe cuántos mexiquenses, en el estado que muchos consideran la cuna del priismo que muchos conocimos.

Cuando fue alcaldesa de Texcoco, la señora descontó parte de sus salarios a los trabajadores municipales, y usó esos fondos – varios millones de pesos – para financiar a Morena, que no reportó esos ingresos.

Pero como "no se acreditó un beneficio concreto y directo a favor de la campaña" (al gobierno del Estado de México hace seis años) de la diputada Gómez Álvarez, la cosa no pasó de una multa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación a Morena por lo que hizo la alcaldesa, que terminó por perder la elección de gobernador.


La hicieron secretaria de Educación. Y la Auditoría Superior de la Federación encontró irregularidades en las pagos de sueldos, prestaciones, categorías no consideradas (sic), trabajadores designados como deceso en nómina (sic), bienes adquiridos no localizados o que no operan, y cosas así en bachilleratos, Institutos, Universidades Tecnológicas y Politécnicas y otros centros educativos. Había un faltante de ochocientos treinta millones de pesos.

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador se trataba de "irregularidades", no de actos de corrupción en la SEP de doña Delfina, a quien el mandatario considera "una bendición". Tampoco pasó nada.

Y la maestra Gómez, el personaje central de un delito electoral cuando mandaba en Texcoco, y responsable – directa o indirecta – de las "irregularidades" financieras en la SEP, gobernará el Estado de México, que hace tres años tenía más de dos millones de empleados en dos mil instituciones. Una nómina muy grande.


Otra vez Veracruz

En el otro extremo está, otra vez, otra vez, Veracruz. El más reciente escándalo ya no es la detención de Viridiana Bretón, quien fue alcaldesa de Ixhuatlán del Café y está acusada de ser parte de un grupo de delincuencia organizada y causar estragos durante una protesta hace año y medio. La Fiscalía es lenta y es deficiente pero es la Fiscalía.

El nuevo escándalo es – o fue, o será hasta que se produzca otro – el arresto de la jueza Angélica Sánchez, a quien el gobernador Cuitláhuac García Jiménez señaló como parte de una red en el Poder Judicial "que está liberando a delincuentes poderosos".


Un lunes pasado, un grupo de agentes de la secretaría de Seguridad Pública bajó a la jueza de su vehículo, le puso una capucha, la metió a empujones a una patrulla y se la llevó con rumbo desconocido. Uno de los agentes siguió a la patrulla en el vehículo de la jueza.

Luego dijeron que ella disparó contra los que intentaban detenerla y le inventaron algunas otras cosas por si las dudas. A fin de cuentas todo era falso: lo de la red asociada a delincuentes, lo del disparo contra los agentes que la detuvieron, todo. La jueza había liberado a un detenido por orden una instancia superior, a la que no podía desobedecer.

Pero no es la primera vez que se inventan cargos contra personajes molestos para el gobierno. Desde los acusados de ultrajes a la autoridad – que la Suprema Corte declaró como una medida inconstitucional – hasta los que han ganado amparo tras amparo y han sido arrestados al salir de la cárcel por nuevas acusaciones de delitos que presuntamente cometieron hace años.


No hay en la cárcel ningún responsable del deterioro financiero que sufrió Veracruz en los últimos gobiernos. Los detenidos más recientes, anunciados, y sentenciados, por el gobernador García Jiménez son todos críticos de la cuarta transformación, o han declinado someterse a la línea política morenista. Las historias se cuentan solas. Es la cuarta transformación.

­Rocha

"Así amanece el mundo", anunciaba Ricardo Rocha cada mañana en Detrás de la Noticia, y conversábamos sobre lo que estaba pasando donde quiera que estuviera pasando algo digno de tomarse en cuenta. Fue un periodista con talento y con el don de hablar y escuchar con quien tuviera enfrente.


Un día – no sé si después de meses o de años – se terminó el convenio entre su programa y la BBC, y ya no volvimos a hablar sobre ninguna otra cosa, aunque comimos en Londres y en México. Supe que murió el domingo. Descansa en paz, Ricardo.

Desde el balcón

Es jueves, y los pájaros cantan como si fuera miércoles, día de la libertad de expresión. Hace sol. Uno riega las flores en defensa propia, porque un balcón sin flores es tierra de nadie. Y después de pasar la mano por la mata de tomillo uno recuerda el olor a lápiz de la escuela primaria y sabe que todo ha valido la pena, y saborea la malta para celebrar la ocasión.