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Columnas y artículos de opinión
A salto de mata
La Esposa joven
Gino Raúl De Gasperín Gasperín
22 de febrero de 2018
alcalorpolitico.com
Apenas si he leído seis de las dieciséis obras que ha escrito Alessandro Baricco. De ellas, sin duda, la que mejor me ha parecido ha sido Seda, pequeña novela en extensión pero grande en su intensidad. Después, la bella historia de Novecento y la divertida y apasionante aventura de Ultimo Parri en Esta historia, quien, desde los cinco años en que conoció un automóvil hasta el final de su vida, luchó siempre por conseguir su ideal. Sin duda, un trabajo notable de Baricco fue Homero, Ilíada, en la que logra reescribir la Ilíada homérica a través de la narración que hacen veintiún personajes de su participación en la funesta guerra de aqueos y troyanos. La obra fue leída de un tirón en sendas plazas públicas de Roma y Turín y transmitida simultáneamente por radio, originando un acontecimiento sin precedente. Posteriormente leí Océano mar, que no me satisfizo, muy probablemente por haberla leído en un momento no propicio.
 
La Esposa joven es, hasta ahora, la última que ha escrito Alessandro. Es una historia entre gótica y barroca. Al tiempo que cuenta la simpática y pícara historia de la Esposa joven, intercala recomendaciones y experiencias referentes a la creación literaria y reflexiones, acaso filosóficas, sobre la vida, el amor, las relaciones familiares, etc.
 
La Esposa joven es una muchacha que, a los 18 años regresa a Italia después de haberse ido con su familia a Argentina, a hacer la América. Regresa por un compromiso que su padre y el Padre de la Familia hicieron, consistente en que, llegado ese cumpleaños, la joven sería esposada con el Hijo. (Cabe anotar que en la novela, solo el mayordomo de la casa tiene nombre propio, Modesto. Todos los personajes restantes solo se identifican por el uso de mayúsculas, a saber: el Padre, la Madre, el Hijo, la Hija y el Tío). El Hijo, sin embargo, ha emprendido un viaje a Inglaterra, viaje del que parece no regresar nunca. Entretanto, la Esposa joven vive experiencias muy variadas en la casa de la Familia. Desde una especie de iniciación sexual un tanto heterodoxa por parte de la Madre, hasta la visita a un prostíbulo, a donde la lleva el Padre con el propósito de que allí se le haga saber la historia de él y ella haga una promesa muy singular que acepta cumplir a la muerte del mismo.
 

La Esposa joven va conociendo, por explicaciones de Modesto, las raras costumbres de la Familia: los desayunos multitudinarios que se alargan hasta encimarse con los almuerzos, las vacaciones en las que la casa se paraliza completamente, las rarezas del Padre, su permanente temor a morir de noche, su obsesión por poner orden en el mundo y sus rutinarias visitas al prostíbulo «para sanear el cuerpo de los humores».
 
Es en una de aquellas vacaciones cuando surge, de la inconsciencia del sueño, la presencia del Tío. Es este un singular personaje que vive durmiendo y solo muy esporádicamente abre los ojos y la boca para lanzar sentencias, siempre sibilíticas pero oportunas. Sin previo aviso, el Tío ha decidido acortar sus vacaciones con la Familia y regresar a la casa, en donde la Esposa joven ha permanecido luego de convencer al Padre, no sin grandes dificultades, y en una escena sin adjetivos le narra a la joven todos los pormenores de su trise historia de abandono y soledad.
 
Los días pasan y del Hijo solo se sabe algo por objetos que, sin remitente, van llegando a la casa de la Familia. Entonces la joven prometida toma una decisión: abandona la casa de la Familia y regresa al prostíbulo, en donde había hecho aquella promesa al Padre. Allí llega este acompañado de Modesto y el pacto se cumple. Segundos antes, el mayordomo, suma perfecta de la prudencia, se ha esfumado («un sirviente es un hombre que no existe»): «Salió de la habitación, y de este libro, sin decir una sola palabra», escribe el autor.
 

Luego, pasan cuatro años…
 
La Esposa joven es una novela simpática, elaborada por Baricco usando muchos de los recursos que caracterizan este género literario: las anticipaciones, las regresiones, los escenarios justos, los tiempos oportunos, los personajes perfectamente delineados, la historia bien definida, la trama bien armada, los diálogos precisos (recurriendo, incluso, a la ruptura de las normas tipográficas, muy al estilo de las novelas modernistas), y un vocabulario, en muchas ocasiones, lleno de picardía con el que elabora descripciones insinuantes y provocativas.
 
Buen libro para aislarse del insoportable ruido de los tiempos políticos…
 

(Alessandro Baricco, La Esposa joven, Anagrama, 199 pp.).
 
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