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Columnas y artículos de opinión
A salto de mata
Telebachillerato, las felices circunstancias...
Gino Raúl De Gasperín Gasperín
1 de octubre de 2020
alcalorpolitico.com
En referencia a la fundación del Telebachillerato, en una entrevista el maestro Marco Antonio Rodríguez Revoredo hizo mención de varios incidentes que son de importancia para el conocimiento más amplio y preciso sobre este proyecto definitivamente veracruzano.
 
Entre las notas que el maestro Revoredo utilizó en aquella entrevista para recordar este acontecimiento, (y que me hizo el favor de compartirme), señala que este proyecto, que ha beneficiado a miles y miles de jóvenes, para quienes esta institución permitió continuar su crecimiento personal y una formación profesional, fue producto, como cita textualmente, de circunstancias azarosas: «Los proyectos, principalmente los más trascendentes —señala—, no surgen de inspiraciones momentáneas. Y el azar puede ser un factor determinante de futuros, tanto a nivel personal como institucional. ¿Por qué les digo esto? Porque en la creación del Telebachillerato fue crucial la intervención del azar, el peso de la casualidad».
 
Desde luego, aparte de la razón que le asiste de una manera general para explicar la causa o el principio de ciertos eventos históricos, debo decir que, en lo referente a la fundación del Telebachillerato, entre esas circunstancias que el azar prodigó se encuentra su participación en la concepción de ese proyecto.
 

Era entonces gobernador del estado el licenciado Rafael Hernández Ochoa, quien fundó el canal televisivo 4+, uno de cuyos justificantes (ya enterrado) era el de servir a un propósito educativo. El maestro Marco Antonio, siendo director de la facultad de Pedagogía, pensó que era el momento propicio para presentar una propuesta ad hoc. Y, narra el maestro, «Con la ayuda de dos maestros (Jorge Ferrer y Neyla Polanco) hice un demo donde se presentaban propuestas para la programación del canal de televisión educativa. Después de ver el demo, el director del canal, Ing. Vicente Reyes Hernández, me invitó a ser el primer Director de Programación del Canal 4 Más». 
 
Con la experiencia y los conocimientos adquiridos en su paso por la Universidad de Stanford, en donde se interesó por el tema de los programas de televisión educativa y, después de haber revisado literatura sobre el uso de ese medio en sistemas educativos como «el de Egipto en relación a la pobreza de la oferta; el de Canadá, enfocado al problema de la dispersión de la población y la orografía; de Italia sobre los nuevos enfoques en el diseño de materiales didácticos y la valiosa experiencia mexicana en las vertientes de costo-eficiencia», elaboró la propuesta de la programación educativa del canal, en donde incorporó la idea de utilizar ese medio de comunicación para servir a los estudiantes de primaria y a los aspirantes al bachillerato (ya existía la telesecundaria), especialmente de las zonas rurales.
 
En esos años, eran pocos los bachilleratos oficiales y todos se encontraban saturados y ubicados en ciudades, y los particulares solo eran y son accesibles a familias con recursos suficientes para costear colegiaturas, traslados, hospedaje y alimentación.
 

Entre las casualidades, el maestro Rodríguez Revoredo señala una más, también muy importante. El gobernador del estado había apoyado obras educativas muy importantes, entre las que destaca la creación de la Universidad Pedagógica Veracruzana. Si estos proyectos se hubieran elaborado en tiempos de su sucesor, el economista burócrata Acosta Lagunes, nada hubiera podido lograrse. Bien se sabe que este, literalmente, barrió de su escritorio y arrojó al bote de la basura todo proyecto que tuviera que ver con la educación, aunque en sus informes emitiera frases rimbombantes muy comunes en boca de los políticos, como esta «No queremos estudiantes mediocres; necesitamos veracruzanos calificados; para lograrlo es indispensable prepararlos y prepararlos bien» (6.º informe de gobierno). Y, obviamente, omitió decir que también es indispensable que haya gobernantes que, inmunes al fetichismo del poder, la megalomanía, la adulación y el sectarismo ideológico, apoyen y emprendan programas y obras que sean realmente útiles a la sociedad.
 
Y así, en la feliz concurrencia de estas circunstancias, se encomendó a la Dirección de Enseñanza Media la puesta en marcha de lo correspondiente al bachillerato y, con la participación de los maestros Tomás Rodríguez Pazos y Alberto Ruiz Quiroz, se inició la realización de los guiones y las grabaciones correspondientes, y se crearon los 40 centros fundadores para atender a los alumnos beneficiados.
 
Es de esperarse que el vacío de información que existe en los espacios adecuados de las instancias educativas involucradas se vea subsanado por algún historiador que rescate los datos que constituyen el soporte requerido para dejar grabado aere perennius este importante e histórico legado que estos maestros dejaron para la educación de los jóvenes veracruzanos. En todo caso, que estos escritos, que no salen de un historiador sino de los recuerdos y vivencias, sirvan de incentivo para tal fin.
 

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