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Columnas y artículos de opinión
Diario de un reportero
Agua: hay mucha pero no hay suficiente
Miguel Molina
17 de febrero de 2023
alcalorpolitico.com
Nadie sabe cómo fue ese jueves en Mesopotamia hace cuatro mil quinientos años, ni qué hora era, cuando el rey Urlama de Lagash mandó desviar el agua para que no llegara a la ciudad de Umma, con la que estaba en guerra. Tal vez hay un libro en algún lugar que cuenta en qué terminó esa guerra, pero eso es lo de menos porque ninguna guerra termina bien.

Desde entonces – y sin duda desde mucho antes – la historia del mundo está llena de historias de conflictos por el agua. Son, según algunos registros, más de mil, y algunos tan recientes como la tarde del año pasado en que Rusia destruyó una presa que aprovechaba agua del río Dniéper para las regiones de Kherson y Crimea, en Ucrania.

Eso es lo que se ve. Poco a poco, las guerras dejarán de ser por ideologías o por territorio para ser por agua, recurso cada vez más necesario y cada vez más escaso. Lo que no se ve puede ilustrarse con el ejemplo de México, donde uno por ciento de los usuarios de agua tiene concesionado más de veinte por ciento del recurso hídrico del país.


Claudio X. González Laporte (asociado con Kimberly Clark de México), Valentín Diez Morodo (presidente del Consejo Mexicano de Negocios para Comercio Exterior, Inversiones y Tecnología, y presidente del Grupo Nevadi, que promueve la cerveza Corona en el extranjero), Ricardo Salinas Pliego (de Banco Azteca) son algunos de los beneficiados con permisos de explotación de mantos acuíferos subterráneos.

También son beneficiarios de las concesiones de agua José Antonio Fernández (presidente de Femsa, y enemigo público y confeso de Andrés Manuel López Obrador), Javier Bours (Bachoco), Enrique Fernández (Herdez), Eduardo Tricio (Lala), Thomas R Palmer (minera Gold Corp), Germán Larrea (minera Buenavista del Grupo México), empresas como Biotecnológica Enerall (cuyo fundador fue Alfonso Romo, ex jefe de la Oficina de la Presidencia de México) y BBVA (banco de capital español).

En Veracruz, por ejemplo, la Comisión de Agua del Estado advirtió desde hace años – en el lenguaje pedregoso de los informes oficiales – que "en medio de la aparente abundancia de agua en nuestro estado, se siguen padeciendo serios problemas de abastecimiento para los distintos usos (doméstico, agrícola e industrial), aunado al deterioro de la infraestructura hidráulica existente y a la vulnerabilidad asociada al estiaje, las lluvias y los huracanes.


El reporte de la CAEV advierte que la problemática del agua en el estado de Veracruz es cada día más alarmante: la contaminación de los cuerpos de agua por las descargas de aguas residuales, la falta de plantas de tratamiento, y la incapacidad de las plantas existentes para purificar el agua, las deficiencias en el manejo de recursos económicos en los sistemas de agua y saneamiento, son sólo algunos factores que contribuyen a la gravedad de la situación.

Y en marzo se cumple el plazo de dos años que el gobierno mexicano otorgó a la cervecera Constellation Brands para dejar la planta que construía en Mexicali e instalarse en Veracruz, donde lo que sobra es agua, según el discurso oficial y las declaraciones de quienes no se han tomado la molestia de leer los informes oficiales.

Es que los estudios no son necesarios, como confirmó la alcaldesa de Veracruz Patricia Lobeira: la cervecera es una empresa socialmente responsable que regresará a la naturaleza dos litros de agua por cada litro de agua que ellos utilicen. Milagro.


Este sábado a mediodía, en el Colegio de Veracruz de Xalapa, Samuel Schmidt, Gonzalo Hatch Kuri y José Joel Carrillo Rivera presentarán Agua subterránea, un libro que habla sobre lo que se ha hecho y lo que se puede y se debe hacer con lo que corre en el subsuelo, una riqueza en peligro. Habrá que ir.

Gobierno incauto y corruptos desconocidos

Un año y un escándalo después, el gobierno de Veracruz decidió investigar el caso de la señora que ganaba contratos sin licitación y sin tener una empresa, nada más porque aparecía en un padrón de proveedores en el que cualquiera puede inscribirse sin necesidad de comprobar nada.


Un fraude así – una compañía inexistente facturó más de cien millones de pesos a un gobierno incauto – necesita muchas complicidades y una influencia superior, porque doña Araly Rodríguez Vez, que también trabaja o trabajaba en la secretaría de Educación, consiguió todo ese dinero desde que comenzó el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez.

Tal vez caigan algunas ramas del árbol de problema, pero lo más probable es que la raíz se quede donde está, a salvo de la luz pública, más o menos segura, como sugiere el hecho de que el gobernador – tan propenso a calificar delitos y señalar como delincuentes a quienes no se les ha comprobado nada – minimice esta vaina como un caso de evasión de impuestos, que es delito serio.

El gobierno de García Jiménez tiene poco tiempo – algunas semanas – para aclarar este asunto. Tal vez se olvide. Tal vez no. Pero siempre hay que tener en cuenta que los personajes del poder son juzgados dos veces: cuando lo tienen y cuando lo pierden.


Desde el balcón

Uno sale a la resolana de invierno malta en mano y mira el muro de árboles que alzan ramas vacías al cielo de la tarde. En la mesita amarilla hay un libro de Neruda, y uno lo abre al azar:

Me peina el viento los cabellos como una mano maternal: abro la puerta del recuerdo y el pensamiento se me va.


Con lo que pasa en todas partes, eso puede ser cosa buena.