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Columnas y artículos de opinión
Diario de un reportero
Otra vez el puerto
Miguel Molina
27 de abril de 2023
alcalorpolitico.com
Pues parece que los de ahora son iguales a los de antes. Aunque la Suprema Corte de Justicia ordenó detener los trabajos de ampliación del puerto de Veracruz, la secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales resolvió continuar las obras que han causado y van a causar más mal que bien.

El gobierno federal, ahora como antes, asumió que la orden de la Suprema Corte no puede aplicarse en el caso de Veracruz, aunque los trabajos violen el derecho constitucional al medio ambiente sano, y los promotores del proyecto hayan querido engañar a todos presentando catorce informes sobre el impacto ambiental – información a cachitos y sin contexto – en vez del estudio general que establece la ley.

La idea de hacer más grande al puerto tampoco contempla remedios para el sistema arrecifal, que se declaró zona protegida hace más de treinta años, porque los arrecifes estabilizan la arena, disminuyen la violencia de las olas y la fuerza de las corrientes reducen los riesgos de inundaciones, y protegen de depredadores a larvas ejemplares jóvenes de más de la mitad de las especies de peces y crustáceos que viven en la zona. El sistema se ha destruido de manera irreparable en nombre del desarrollo.


El caso de la ampliación del puerto de Veracruz – proyecto heredado del gobierno neoliberal de Felipe Calderón – ilustra la poca importancia que tiene la ecología para quienes toman las decisiones en México, y muestra el desinterés de la cuarta transformación por el cuidado ambiental. No se vale.

La paradoja es clara. Los narcotraficantes y otros delincuentes merecen abrazos, no balazos. Y más de doscientas especies de algas, cuarenta y tantas de esponjas, ochenta y cuatro de corales, trescientas treinta y nueve de moluscos y ciento cuarenta de crustáceos, y doscientas cincuenta y seis especies de peces, diez de reptiles y ochenta y una y de aves no merecen nada.

A veces da tristeza. A veces da coraje. A veces dan las dos cosas, porque no pasa nada. Los de ahora son como los de antes. Tal vez son los de antes.


Gusto

En medio de estas malas noticias, me da gusto y me uno al reconocimiento que recibieron en Acayucan – de sus pares, periodistas del sur de Veracruz, y la Universidad del Golfo de México – Melitón Morales Domínguez, Arturo Reyes Isidoro, Gustavo Cadena Mathey, y José Valencia Sánchez, quienes han sido mis colegas desde hace muchos años en el oficio.

También me da gusto saber que Adrián Medina Olaya, Delfina Reyes Domínguez, Enrique Reyes Grajales, Jesús Gutiérrez, Joel Ferat, Manuel Moreno Lastra y Taurino Hernández Cabrera compartieron con mis colegas la satisfacción de haber cumplido treinta o más años en el trabajo de contar la historia de lo inmediato.


Desde el balcón

Uno pasa la mano sobre la mata de romero y la mano se alegra con el olor de la hierba, y baila en el paladar el sabor de las papas al horno con hojitas picadas de romero, y cebolla y aceite de oliva y sal y pimienta para la cena, porque el romero huele hoy a cena y no guarda recuerdos.

Una tarde a las seis comenzó el coro de las ranas que celebran con una orgía que durará semanas lo que hay que celebrar en la primavera. Un sorbo de malta confirma todo eso. Será el sereno, como decían los viejos de otro tiempo. El caso es que estos apuntes de reportero volverán por ahí del veintitantos de mayo. Hasta entonces.