Vida y opiniones de los filósofos ilustres - Diógenes Laercio

Esta obra es un centón, es decir, está elaborada a partir de otros textos; y tiene noticias, anécdotas, citas, datos biográficos, títulos de obras perdidas; adoleciendo de falta de análisis y profundidad en los sistemas filosóficos.

Hegel se refiere al autor como: “amontonador de opiniones varias”, “chismorreador superficial y fastidioso.” Sin embargo, el autor trabajaba como era usual en su tiempo, sobre repertorios y centones, resúmenes y compilaciones.

El primero que denominó a la filosofía, y se llamó a sí mismo filósofo, fue Pitágoras.



Dos han sido los principios de la filosofía: uno a partir de Anaximandro (discípulo de Tales, escuela Jónica), otro de Pitágoras (escuela itálica).

Anécdota: Aristipo, discípulo de Sócrates que sí cobraba sus lecciones; “navegando en cierta ocasión advirtió que el barco era de piratas, y tomó sus monedas y se puso a contarlas. Luego, como si fuera sin querer, las dejó caer al mar y se echó a llorar a continuación. Algunos refieren que luego comentó que mejore era que éstas perecieran a causa de Aristipo que no Aristipo a causa de ellas.”

Epicuro expresa: “La justicia no era desde un comienzo algo por sí mismo, sino un cierto pacto sobre el no hacer ni sufrir daño surgido en las relaciones de unos y otros en lugares y ocasiones determinadas.”



Gerardo Morales H.

Laercio, Diógenes: “Vida y opiniones de los filósofos ilustres”; séptima reimpresión, traducción: Carlos García Gual, Alianza Editorial S. A., España, 2023, pp. 660